"It is not time for wars": Russia will send "the materials that are urgently needed to save the U.S.A."

El estado de Rusia envía ayuda médica a EE.UU. para la lucha contra el coronavirus siguiendo "una tradición de siglos" de asistencia mutua, según lo ha expresado Anatoli Antónov, embajador ruso en el país norteamericano, quien agregó que "no es el momento de peleas".

"Se puede proporcionar los materiales que se necesitan con urgencia para salvar a estadounidenses", explicó el diplomático a través de Facebook, añadiendo que la misión humanitaria rusa tendrá éxito "si salva al menos una vida".

"Amenaza mortal" para el mundo entero

"El planeta entero se enfrenta a una nueva amenaza mortal" y solo podrá afrontarla "uniendo fuerzas", señaló el diplomático ruso.

A pesar de que en Rusia también hay infectados y muertos por el covid-19, por el momento, tiene recursos para apoyar a otros países que "han sufrido un golpe más fuerte del coronavirus", indicó el embajador.

Con referencia a aquellos —incluso en EE.UU.— que desconfían de la asistencia rusa a Italia y sospechan que busca dividir la unidad de Occidente, Antónov calificó estas críticas de "cínicas, inmorales y despiadadas" hacia aquellos que luchan por sus vidas. Los especialistas rusos en Italia "se arriesgan diariamente" mientras luchan contra "el peligro global", salvando no solo a los italianos, sino también a los ciudadanos de su propio país, al reducir la magnitud de la amenaza, resaltó el diplomático.

Asistencia mutua en "tiempos difíciles"

Rusia y EE.UU., Antónov recordó que los dos países tienen una historia "profunda" de asistencia mutua. "En tiempos difíciles, acudimos en repetidas ocasiones al rescate uno del otro, tanto en la guerra como en tiempos de paz", subrayó el embajador.

Dice Antónov, "nadie puede descartar la posibilidad" de que, en un momento, Rusia también necesite ayuda del exterior, y Moscú tiene "amigos que están listos" para brindarla.

Sin embargo, el embajador se mostró seguro de que, si fuera necesario, EE.UU. también ayudará a su país, y Moscú lo aceptará "con gusto", y sin "ninguna politización".

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