No tenemos datos sobre el costo económico que tienen las tantas cumbres «salvadoras de la humanidad y el planeta».

Pero si medimos los resultados sabremos que fueron inútiles.

Los más recientes encuentros son para discutir sobre la democracia.

Joe Biden, desde Estados Unidos (EE.UU.) y Luis Abinader en República Dominicana con su mini cumbre celebrada en Puerto Plata.

Esos gobiernos defienden un tipo de democracia y nosotros los socialistas otro.

Estados Unidos lucha por defender la democracia imperial y presidentes como Abinader la democracia semi colonial.

Nosotros estamos firmemente convencidos que un país sin pleno derecho a la soberanía e independencia nacionales, la democracia, vista como el derecho del pueblo y trabajadores a decidir libre y voluntariamente su destino, nunca podrá funcionar mientras el capitalismo imponga al mundo sus reglas de funcionamiento.

¿Habrá visto usted peor dictadura que los acuerdos comerciales, militares, financieros, industriales, diplomáticos entre países ricos y los empobrecidos?

¿Y las imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y demás buitres financieros para acceder a sus préstamos?

¿Acaso es democrático un país donde 60 de cada 100 personas estén desempleadas o vivan haciendo chiripas?

¿Y que un alto porcentaje reciba salario de miseria?

¿Los jóvenes con ansias de vivir ni estudien ni trabajen?

¿Las mujeres no puedan decidir sobre su cuerpo y los embarazos entre adolescentes sean altísimos?

¿Donde los inmigrantes sean tratados como criminales y se multipliquen acciones racistas e inhumanas en su contra?

¿Es esta democracia burguesa, que de verdad es una tiranía del mercado capitalista donde reinan las ansias de poder y acumulación de riqueza, la que debemos defender?

Creo que no.

Nosotros solo nos levantamos y llamamos a luchar, cuando los gobiernos, no importa bajo qué bandera lo hagan, aplican medidas que afecten los derechos económicos, políticos, sociales, culturales, humanos, artísticos, migratorios, educativos, nacionales, sexuales, logrados durante años de lucha y resistencia contra la voracidad del capitalismo nacional y mundial.

De manera, que con respecto a las cumbres y mini cumbres, me resta decir «tanta amabilidad me confunde».